¿Qué fue de él?
A finales de los 80, podíamos encontrar en bares de buena parte del país, una réplica del coche de la serie de moda: El Coche Fantástico.
Cuando pasábamos por delante de uno de ellos, nos quedábamos hipnotizados escuchando cómo se preguntaba “¿Michael, dónde estás?”.
Era la misma voz que oíamos en televisión. ¡Teníamos la voz de doblaje de la serie en nuestro propio barrio!. Para un niño, era KITT preguntándose dónde estaba su amigo. Aquel David Husselhoff chulesco que siempre estaba resolviendo casos que, por entonces, no entendíamos.
Cuando el coche estaba libre en la puerta del bar, tener en la mano cinco duros, era como tener la oportunidad de montarse en un coche del futuro.
Al introducir la moneda, KITT te preguntaba “¿A dónde vamos?” y de pronto, se formaba la fiesta: ¡empezábamos a sentir los graves de los altavoces, a escuchar la melodía de la serie, veíamos un vaivén de luces de colores en el salpicadero, el coche comenzaba a moverse, KITT nos avisaba de que había un camión cruzado en mitad de la calzada… y nosotros girando una y otra vez el volante futurista con forma de “U”, sentíamos estar controlando al verdadero Coche Fantástico!.
Una fantasía de 30 segundos, que fue suficiente para quedarse en nuestra memoria hasta hoy.
Ese era la versión de KITT que teníamos en las calles de España. Un KYT fabricado en Girona, por la empresa de coches de monedas Falgás, y cuyo éxito marcó a toda una generación.
Hoy día, tener la oportunidad de ver ese coche, es aún más difícil que ver un salón recreativo con juegos de plataformas.
Hay asociaciones y vendedores de máquinas recreativas que hacen fácil ver y disponer de nuestra propia arcade. Pero encontrar un sitio dónde volver a ver a coches de monedas de los 80 y, más concretamente, el Coche Fantástico, es casi imposible.
En internet, en un intento de alargarle la vida a KYT, podemos ver como los propietarios cambiaron los colores y artes. El coche pasó a parecerse más a un coche de Rally o Fórmula 1 que al de la serie. Lo cual es comprensible, pues pocos niños hoy día sabrían de dónde viene el coche parlante de color negro y, quizá (tengo mis dudas) poco les atrajera para subirse.
Desde esta web, intentamos reavivar aquellos recuerdos, recopilando información del coche y compartiéndola con todos. Fotos, datos técnicos, anécdotas… cualquier detalle.
La ausencia total de documentación y el reconocimiento, de su fabricante, de ya no disponer de información alguna sobre el coche, nos lleva a que todo lo que podamos averiguar, sea por aportaciones de usuarios y propietarios de la atracción.
Comparte tu experiencia y escríbenos a marinronda@gmail.com.
Para despedirnos, como decía KYT al final de su trayecto: ¡Gracias, eres muy amable!
